Solicitan al Gobierno de España que construya una autovía que conecte el interior de la Región con Granada y Valencia para descargar de tráfico la A-7 y que se integre en la Red Transeuropea de Transporte
Los gobiernos de la Región de Murcia y Andalucía exigieron hoy al Estado que cumpla los compromisos adquiridos y los plazos del Corredor Mediterráneo, que fijaban su puesta en funcionamiento en 2023, y no siga retrasando una infraestructura "estratégica, competitiva y decisiva para el futuro de prosperidad de ambas regiones".
En este sentido, recordaron que el ejecutivo anterior fijó una planificación real y efectiva que hacía posible que el Corredor Mediterráneo estuviese operativo en 2023 y, en cambio, "el gobierno de Sánchez desliza hasta al menos 2026 la puesta en marcha del Corredor, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado".
Así lo expresaron hoy en Pulpí (Almería) el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Diez de Revenga, y su homóloga andaluza Marifrán Carazo, quienes coincidieron en destacar que "nos encontramos en un momento clave y fundamental de las obras del Corredor Mediterráneo".
Díez de Revenga consideró "prioritario que se despejen incertidumbres y cuellos de botella localizados a lo largo de su trazado", como por ejemplo en la conexión con Cartagena, la integración en Lorca, la continuidad hacia Pulpí y el tramo urbano de Totana; todos ellos paralizados desde hace más de dos años.
"Cuando en Cataluña y la Comunidad Valenciana están proyectando ampliaciones de las vías y mejoras de los servicios, la realidad es que en el trazado de la Región de Murcia y de Andalucía no hay ni proyectos, ni fechas ni presupuestos", afirmó el consejero de Fomento.
"Si se detiene en la Comunidad Valenciana será una obra totalmente inservible para el crecimiento y el desarrollo del país, porque se estará aislando a los millones de habitantes de estas dos regiones, que además aportan muchísima riqueza a la economía española", insistió.
En este sentido, resaltó que "el Corredor Mediterráneo no será corredor si no está completo y no será mediterráneo hasta que no se integren plenamente Cartagena y Almería". Por ello, urgió a "dar una solución efectiva" a los cuellos de botella para que sea una infraestructura "verdaderamente competitiva".
Nueva conexión viaria con Andalucía
Asimismo, los consejeros de Fomento crearon un frente común para reclamar al Estado la ejecución de un corredor viario de gran capacidad que conecte ambas comunidades y que vaya en paralelo a la A-7, que acumula grandes niveles de tráfico a lo largo de su trazado entre ambas regiones.
La nueva vía de alta capacidad supondrá una inversión de 566 millones y tendrá un trazado de 132 kilómetros, que conectará Jumilla a la altura de la A-33 con Cúllar (Granada) en la A-92 N, discurriendo por el interior de Granada, y que contribuiría a descargar de tráfico a la A-7. Se recupera así el itinerario histórico de conexión entre la Región con Andalucía, que enlazarán con la Comunidad Valenciana y Europa.
Díez de Revenga resaltó que la futura vía constituiría un trazado imprescindible para proporcionar un itinerario alternativo al existente por la A-7 y que, además de abrir nuevas oportunidades de empleo y crecimiento, sería una infraestructura que reduciría de forma notable los tiempos de recorrido y las emisiones de CO2. Por ello, afirmó que se insta tanto al Estado como a la Unión Europea a la creación de este nuevo eje viario, que debe formar parte del Corredor Mediterráneo.
Díez de Revenga explicó que este corredor aumentará la vertebración y la conectividad con las comunidades limítrofes, mejorará las comunicaciones y la igualdad de territorios, elevará la cohesión territorial de una amplia zona rural (Caravaca-Puebla de Don Fadrique-Cúllar-Baza, Huescar) y evitará la despoblación de los núcleos urbanos.